Volar es lo único que no quiero esperar.
Perder la vista entre las nubes suena como un sueño.
Mi cuerpo decido a ser atraído por la gravedad
Y un paracaídas que frenará mi caída
Ansío el día en que pueda ser salvada por una tela
En que me encuentre entre la vida y la muerte solo porque quiero
Y perder el sentido a manos del simpático al mando
Solo ese día podré agradecer de tener brazos y no alas para poder caer y no elevarme
Solo ese día podré agradecer a la mente humana por buscar lo que no es nuestro
Por no conformarse y resignarse a lo que nos toca.
Por siempre desear lo que no esta designado para nosotros
Sola a manos de la física esperare la sorpresa del paracaídas
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martes, 10 de mayo de 2011
La sorpresa del paracaídas
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